Mientras avanza un proceso radical de cambio en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, tras la normalización anunciada el 17 de diciembre, el domingo pasado la oposición en la isla comprobó que para los que disienten de la línea oficialista no ha habido un cambio igual de radical.
Ese día, más de medio centenar de opositores, entre ellos unas 40 integrantes del movimiento de las Damas de Blanco, fueron arrestados en La Habana.
La detención de las Damas de Blanco se produjo después que las mujeres realizaban su tradicional caminata de los domingos tras asistir a misa en la iglesia de Santa Rita, en el barrio habanero de Miramar. Durante la caminata, las Damas de Blanco fueron víctimas de un acto de repudio llevado a cabo por una turba simpatizante del gobierno.
Berta Soler, líder del grupo de mujeres, dijo que “hubo mucha brutalidad en el acto de repudio y la detención que sufrimos”.
Las Damas de Blanco y los demás detenidos fueron puestos en libertad horas después, lejos de sus viviendas.
Hay que destacar que las Damas de Blanco están autorizadas a realizar sus manifestaciones dominicales desde el 2010. Por lo tanto, su caminata no infringía ninguna ley. No había motivos para reprimir su protesta ni para arrestarlas.
Pero el domingo se celebraba el 62 aniversario del asalto al cuartel Moncada, una acción que marca el inicio de la revolución que llevó al poder a Fidel Castro. Probablemente elementos leales al régimen no querían que la manifestación de las mujeres empañara la conmemoración castrista. Con el acto represivo –como ya han hecho en muchas ocasiones anteriores– pretendían callar las voces que piden pacíficamente un cambio político.
La semana pasada, la Comisión de Asignaciones Presupuestarias del Senado de Estados Unidos votó a favor de permitir que los norteamericanos viajen a Cuba. Mientras en Washington se redactan y se presentan propuestas que facilitan una relación amigable con La Habana, en la isla siguen acosando a la oposición pacífica.
Pese a los gestos de buena voluntad del gobierno norteamericano, hasta ahora el relajamiento de la represión en Cuba no aparece en el horizonte.