Aquí no cambia nada. La buena noticia es que tenemos un dictador menos porque Raúl es un dictador igual que Fidel.
Berta Soler
De todos los panegíricos, hagiografías, opiniones, críticas, comentarios y vaticinios que he leído en los últimos días sobre la muerte de Fidel Castro y el porvenir que le espera a Cuba detrás de la roca donde lo enterraron, me quedo con una observación que hizo enseguida Berta Soler en La Habana: “Aquí no cambia nada. La buena noticia es que tenemos un dictador menos porque Raúl es un dictador igual que Fidel”.
A la portavoz de las Damas de Blanco la asisten, a la hora de hablar del tema, quince años de experiencia de batallas en la calle y el sueño de los cambios reales y la libertad de su país, compartido con todos los grupos de la oposición pacífica, el periodismo independiente y los artistas libres.
La señora Soler y las mujeres cubanas que representa tienen ese solo compromiso y, en ese camino, han recibido siempre la violencia de la represión, golpizas arrestos, insultos, mítines de repudio, allanamientos de sus viviendas y persecución a la familia.